La película transcurre dentro y fuera de un teatro de Broadway en un constante plano secuencia, lleno de juegos con espejos donde se aprecia el trabajo de uno de los maestros contemporáneos de la dirección de fotografía, que no es otro que Emmanuel Lubezki.
Michael Keaton interpreta a un actor que en tiempos mozos le había puesto el cuerpo a un superhéroe, ¿parodia tal vez?
En este controversial film la ficción roza el documental y la ficción dentro de la ficción lleva a quien se deje a lugar de cuestionamiento profesional. ¿Es un crítico en realidad un artista frustrado?
Lejos de los dramas más conmovedores, el director mexicano se luce nuevamente con un cast resplandeciente.
Este film está destinado a triunfar, sin duda tendrá inserción en diferentes audiencias, es probable que muchos queden afuera y otros critiquen a Iñárritu por pecar de llano, allá ellos. Abran paso que llega Biiiiiiiirdman!
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