Hay veces que una obra ofrece respuestas a las preguntas
que se hace el autor y otras son más bien interrogaciones, cómo es el caso de “Rodolfo,
Beatriz y el fantasma unicornio”.
Es una caminata nocturna
en el campo junto a los actores, una caminata en la que uno puede perderse y no
encontrarse ni encontrar nada, siquiera respuestas, pero bienvenida sea la
pregunta.
Es la clase de obra de teatro que los estudiantes de
filosofía y letras tienen que ver, para adorarla o no… y esta
obra como todo lo que es distinto tiene ese riesgo y esa ventaja.
Eugenia Pérez
Tomas y Cristian Jensen trabajan
en equipo desde hace ya algún tiempo y siempre las colaboraciones entre autores
e intérpretes son prósperas, esta obra es un ejemplo claro de eso.
Al entrar a la sala uno se zambulle en un campo sutil
pero adecuadamente construido, dónde es de noche, y como sucede en el campo hay
estrellas, sonidos de insectos. La acertada
iluminación que permite al espectador que quiera sumarse a la caminata,
entregarse y preguntarse.
Beatriz y Rodolfo vieron un pez, que según cuenta el
mito: quien haya sido el primero en verlo se convertirá en unicornio. La pareja
camina esperando la mutación,
esperando un tren o simplemente esperando. La pareja anda, busca una transformación o tal vez confirmar la
fusión entre sí, ya que no importa quién vio primero al pez alado porque
después de todo, tarde o temprano el tren llega para todos cuando sea el
momento indicado de partir.
Quienes quieran sumergirse en un espacio de preguntas pueden
reservar para el último viernes - 25 de abril 20,30hs escribiendo a escenicas@ccmatienzo.com.ar
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